Por mucho que quiera correr, parece que el tiempo corre más que yo. De esta forma, llevo actualizando la entrada desde antes de Navidad (ya podéis imaginar las vueltas que ha dado) pero por fin llegó el momento de apretar el botón "publicar" (como me siga retrasando un poco más, llegaré a felicitaros la Navidad de este año que viene). Así que sin dejar pasar un sólo día más, me gustaría felicitaros a todos el nuevo año que entra y espero que hayáis pasado unas felices fiestas o al menos lo mejor posible.
Por aquí, los reyes magos se portaron muy bien; nos han dejado el mejor regalo que nos podían traer, el más importante, el más deseado. Un precioso y anhelado bebé, que alegra nuestros días y despierta nuestras noches. Un hermanito para Julia, con el que ya juega y al que mima con mucho cuidado, su nombre es Mario y es un cielo de bebé y más bonicooo.....(¡Qué os voy a decir yo!)
Ahora, ya sabéis el motivo por el que ultimamente os tengo un poco (muy) abandonados. Espero ir cogiendo de nuevo ritmo en el blog, ofreceros más recetas y algunas cositas más, poco a poco. De momento, ando jugando al tetris con el tiempo y las tareas cotidianas intentando encajar el mayor numero de piezas, eso si, despacio (los que habéis vivido esta experiencia ya sabéis a lo que me refiero).
Se trata un momento mágico, efímero, se fuga rápidamente como el agua entre los dedos; por eso, permitidme que disfrute cada segundo de este maravilloso presente.
¡Nos vemos pronto!