Algunas semanas ya, después de cruzar el equinoccio de otoño, (perfecto equilibrio entre día y noche) la balanza se va inclinando poco a poco hacia el lado de la noche haciéndola parecer cada vez más larga. Por el contrario, la otra cara de la moneda, el día, es cada vez es más corto y gozamos de menos horas de luz y calor.
Aquí, donde yo vivo, lo hace tímidamente, pero avanza sin detenerse.
Mientras, aprovechamos estos ultimos días de sol y calor agradeciéndolos.
Y mientras las horas de luz se acortan, la naturaleza lo hace también.
El ritmo va bajando, la estación invita al recogimiento.
Los tonos cobrizos bañan los bosques y algunos animales se preparan para iniciar su letargo.
En algún lugar leí que cuando llega esta época en la que el año comienza su declive para dar lugar a uno nuevo, la sabia de los árboles se empieza a concentrar en su interior y raíces, dejando de llegar a las hojas, por eso éstas empiezan a caer (se trata de una forma inteligente de ahorro de energía en el mundo vegetal).
Simbólicamente algo así pasa también en nosotros, ¿os habéis fijado que cuando llega esta época empezamos a hacer la limpieza general de la casa, a tirar los objetos que ya no sirven...? Sería la forma de desprendernos de nuestras "hojas", preparándonos primero para un periodo de introspección y luego dar la bienvenida a todo lo nuevo que está por venir.
Un momento de agradecimiento, por las cosechas recibidas, un momento para prepararnos para un leve letargo que terminara con el renacer de un frondoso y nuevo año, un momento para reflexionar y agradecer.
¿y qué cosas son las que a mí me encantan del otoño? pues...
El olor por las mañanas a tierra húmeda entremezclada con jazmín y dama de noche.
Las castañas asadas.
El olor del membrillo.
Dar un paseo por algún bosque y descubrir setas entre la hojarasca.
El puré de calabaza.
Escuchar la maravillosa voz de mi querida Loreena Mckennitt.
La tarta de manzana.
Acurrucarme en el sofá con mi manta, un libro y una taza de café.
Los caquis, las granadas, las batatas asadas.
El olor de las chimeneas.
Las chirimoyas, las uvas y manzanas.
Sentir el frescor al anochecer y en la madrugada.
Ver la lluvia (que tanto anhelo) caer desde mi ventana.
¿Cuales son tus momentos favoritos del otoño?