Hace muchos, muchos años, (bueno, tal vez no tantos...), un día como hoy, en whitman (Massachusetts) nació una niña llamada Ruth.
Pasó el tiempo y Ruth, se hizo mayor, se casó... Emprendió un negocio con su marido, una casa de hospedaje, un lugar de parada para viajeros a los que servirles comida y ofrecerles cobijo.
Ruth, solía hacer galletas, con una antigua receta a la que era fiel, pero un día... un día... le ocurrió algo, que seguro que nos ha ocurrido, en más de una ocasión a much@s de nosotr@s, se olvidó de comprar algunos ingredientes (cacao en polvo y frutos secos). Y decidió improvisar, cortando en trocitos una tableta de chocolate e incorporándolo a su receta. El resultado, lo podéis imaginar... si queréis saber el desenlace de esta historia os invito a pasear por aquí.
Mojadas en un vaso de leche fría, ¡qué ricas! |
Ingredientes para 14 unidades:
150 gr. de chispas de chocolate.
Una pizca de sal o bicarbonato.
125 gr. de mantequilla.
Un huevo.
100 gr. de azúcar moreno.
100 gr. de azúcar blanco.
Preparación:
Precalentar el horno a 180º.
En un bol ponemos la harina con la sal y reservamos.
Ahora, batimos el huevo y le incorporamos la mantequilla, seguimos batiendo.
Incorporamos primero el azúcar moreno y posteriormente incorporamos el azúcar blanco.
Ahora poco a poco la mezcla de harina con sal.
Finalmente mezclamos con las pepitas de chocolate.
Ponemos en papel vegetal, (o en un molde) sobre la bandeja del horno, trocitos pequeños (Una cuchara de postre llena) y bien separados unos de otros.
Hornear aprox. 10 minutos.
Pasado este tiempo, desmoldamos y dejamos enfriar. Acompañadas de un vasito le leche fresquita, están de rechupete!