Cada nuevo día, al despertar, celebro de manera muy especial la hora del desayuno. Café con leche y pan tostado con algo para acompañar.
Así de sencillo, sin embargo, es la comida que más me gusta del día. El olor a café recién hecho y a pan tostado me ayudan a empezar la jornada de otra manera.
Después de tomarlo, busco la llave que abre la puerta de mi blog. Entro en él y miro las novedades que "mis vecinos blogueros" han dejado en el buzón. Entrar en él, es como levantar la persiana del balcón de casa y descubrir cómo amanece un nuevo día. Una historia distinta, me espera cada mañana.
La señora del tercero, ya mayor, riega sus macetas y me cuenta lo que prepara hoy para almorzar "a mi marido le encantaba", dice. Son unas patatas cortadas en daditos y fritas lentamente con bacon, cebolla y queso. "Tartiflette", así se llama, al menos eso es lo que su hija le dijo cuando le envió la receta por carta desde Francia.
Más abajo, en la segunda planta, puedes ver a María junto a su taza de té. Le gusta salir a pasear por la naturaleza, y viaja con frecuencia a los destinos donde sus escritores favoritos se inspiraron para crear sus novelas. Acaba de leer unos de esos libros que tanto me gustan, creo que lo leeré, parece de lo más interesante. Gracias a ella, conocí una librería encantadora "Persephone Books", donde osadamente, solicité el catalogo de libros hace unos meses. Hoy puedo disfrutar de ese maravilloso catálogo franqueado en Londres, que tanta ilusión me hace recibir.
Si te fijas bien allí, a la izquierda, donde se ve la ropa tendida en la terraza, donde los geranios bailan de alegría con la luz del sol, allí vive el "matrimonio viajero" (como yo les llamo), están ya jubilados y viajan por todos los confines del planeta, me enseñan preciosas fotografías de todos los sitios que visitan, y me cuentan curiosas anécdotas de sus viajes, de cuadros, paisajes...
Y así, es como una, va descubriendo tantas cosas y aprendiendo tanto... llenando ese cuaderno de cosas pendientes...
En este cruce de caminos, donde un blog me va llevando a otro, es como cada día voy aprendiendo algo nuevo. Algo que me gusta, que desconocía, que estaba ahí, que simplemente esperaba su momento.
Gracias a estos "vecinos", (concretamente Cristina) he podido conocer muchos libros que deseaba leer, que estaban ahí, esperando a que los descubriera. Algunos de estos libros, de momento creo no los podré leer, ya que están escritos en inglés ... y bueno ...mi inglés no es tan bueno, como para aventurarme en la lectura de TODO un libro. Sin embargo, existen otras posibilidades, veréis...
La otra tarde, tomando té con Cristina, me contó que por ahí andaba una serie de televisión de la BBC subtitulada en español, de uno de estos libros "anhelados".
Hace mucho que no veía una serie en V.O. Ver la serie en su idioma original, tiene un encanto especial, pues le confiere una fuerza y una autenticidad, que es difícil conseguir en una serie doblada.
La historia, transcurre en un pueblo de Inglaterra, en los años 30, donde una joven y guapa Sarah Burton, llena de nuevas ideas, accede a una vacante de directora, en un estricto instituto de chicas. Poco a poco se adentra en la vida de este pueblo y de sus gentes, con una vision optimista y renovadora. Tras la guerra que le ha tocado vivir, Sarah, mira hacia el futuro, con los pies en la tierra y se dedicada a lo que más la apasiona, la literatura y la educación.
... y cuando vuelvo a coger mi taza de café para dar un nuevo sorbo, me doy cuenta, de que ya ha llegado a su fin. Es hora de recoger la bandeja del desayuno, y comenzar un nuevo día.
Así de sencillo, sin embargo, es la comida que más me gusta del día. El olor a café recién hecho y a pan tostado me ayudan a empezar la jornada de otra manera.
Laurentz Ring - El Desayuno |
La señora del tercero, ya mayor, riega sus macetas y me cuenta lo que prepara hoy para almorzar "a mi marido le encantaba", dice. Son unas patatas cortadas en daditos y fritas lentamente con bacon, cebolla y queso. "Tartiflette", así se llama, al menos eso es lo que su hija le dijo cuando le envió la receta por carta desde Francia.
Más abajo, en la segunda planta, puedes ver a María junto a su taza de té. Le gusta salir a pasear por la naturaleza, y viaja con frecuencia a los destinos donde sus escritores favoritos se inspiraron para crear sus novelas. Acaba de leer unos de esos libros que tanto me gustan, creo que lo leeré, parece de lo más interesante. Gracias a ella, conocí una librería encantadora "Persephone Books", donde osadamente, solicité el catalogo de libros hace unos meses. Hoy puedo disfrutar de ese maravilloso catálogo franqueado en Londres, que tanta ilusión me hace recibir.
Si te fijas bien allí, a la izquierda, donde se ve la ropa tendida en la terraza, donde los geranios bailan de alegría con la luz del sol, allí vive el "matrimonio viajero" (como yo les llamo), están ya jubilados y viajan por todos los confines del planeta, me enseñan preciosas fotografías de todos los sitios que visitan, y me cuentan curiosas anécdotas de sus viajes, de cuadros, paisajes...
Y así, es como una, va descubriendo tantas cosas y aprendiendo tanto... llenando ese cuaderno de cosas pendientes...
En este cruce de caminos, donde un blog me va llevando a otro, es como cada día voy aprendiendo algo nuevo. Algo que me gusta, que desconocía, que estaba ahí, que simplemente esperaba su momento.
Gracias a estos "vecinos", (concretamente Cristina) he podido conocer muchos libros que deseaba leer, que estaban ahí, esperando a que los descubriera. Algunos de estos libros, de momento creo no los podré leer, ya que están escritos en inglés ... y bueno ...mi inglés no es tan bueno, como para aventurarme en la lectura de TODO un libro. Sin embargo, existen otras posibilidades, veréis...
La otra tarde, tomando té con Cristina, me contó que por ahí andaba una serie de televisión de la BBC subtitulada en español, de uno de estos libros "anhelados".
Se trata de South Riding, un libro escrito por Winifred Holtby, cuya adaptación por la BBC, es francamente genial.
La historia, transcurre en un pueblo de Inglaterra, en los años 30, donde una joven y guapa Sarah Burton, llena de nuevas ideas, accede a una vacante de directora, en un estricto instituto de chicas. Poco a poco se adentra en la vida de este pueblo y de sus gentes, con una vision optimista y renovadora. Tras la guerra que le ha tocado vivir, Sarah, mira hacia el futuro, con los pies en la tierra y se dedicada a lo que más la apasiona, la literatura y la educación.
La fotografía, los paisajes y las historias de los personajes que se van entretejíendo, son geniales. Son historias cercanas, y duras en ciertos casos, que poco a poco van viendo con fuerza un futuro lleno de esperanza para cada unos de ellos.
... y cuando vuelvo a coger mi taza de café para dar un nuevo sorbo, me doy cuenta, de que ya ha llegado a su fin. Es hora de recoger la bandeja del desayuno, y comenzar un nuevo día.