Está visto que una, no se puede despistar ni un segundo. Fijaros lo que me pasó el otro día, cuando dejé un momento la quesera abierta mientras ponía la mesa para almorzar.
No me explico de dónde salió esta legión de ratoncillos en tan poco tiempo.
... aunque pensándolo bien, son tan pequeñitos y dulces, ¡adorables!
Como me sorprendió tanto esta grata postal, decidí llevarla a concurso de tartas que se celebró en un centro comercial de mi pueblo.
...Y bueno, este año tampoco hubo suerte, o sí? En fin, no gané ningún premio de los que se regalaban, sin embargo, tuve la posibilidad de pasar un rato agradable, con familia y amigos. Los niños con sus madres, se acercaban a ver la tarta y quedaban fascinados y eso.. no tiene precio. Vi una tarta con fondant "de verdad" (el de pasta de chocolate), que hasta ayer sólo las había visto por Internet.
También pude conocer a dos chicas geniales, que al igual que yo, andan investigando y probando sus pequeños experimentos en el mundillo de la repostería, así que pudimos charlar e intercambiar opiniones sobre esta afición que compartimos.
También pude conocer a dos chicas geniales, que al igual que yo, andan investigando y probando sus pequeños experimentos en el mundillo de la repostería, así que pudimos charlar e intercambiar opiniones sobre esta afición que compartimos.
El año pasado también presenté una tarta que gustó mucho. Además, el relleno del brazo de gitano, lo hice con crema de zanahoria y coco, y el interior de la tortuga de nata montada, lo que hizo que además de resultar una tortuga bien coqueta, estuviera buenísima. Aquí os enseño como quedó:
Bueno sí, algunas tortugas también tienen bigote... que no cunda el pánico!
La acompañé de lacasitos, que fueron desapareciendo durante el transcurso del concurso. ..
... y así, es como hice mi primera fondat de nubes:
Ingredientes para la fondant de nubes:
300 gr. de nubes.
600 gr. de azúcar glass.
Preparación:
Se calientan muy poco tiempo a temperatura mínima las nubes, cuando ya están listas mezclamos con el azúcar glass. (Recomiendo untarse las manos con aceite de girasol para que no se pegue demasiado en las manos y poner papel vegetal sobre la encimera cuando vayamos a trabajar la masa).
Preparación:
Se calientan muy poco tiempo a temperatura mínima las nubes, cuando ya están listas mezclamos con el azúcar glass. (Recomiendo untarse las manos con aceite de girasol para que no se pegue demasiado en las manos y poner papel vegetal sobre la encimera cuando vayamos a trabajar la masa).
Dividimos la masa y coloreamos con tinte alimenticio a nuestro gusto, tapamos en fiambreras en la nevera hasta que los vayamos a usar (si es necesario calentar un pelín antes de usar, o bien sacar un buen rato antes).
En esta ocasión, el relleno es un bizcocho genovés, mojado en almíbar y con dos capas de mascarpone mezclado con mermelada de frambuesa (por sí sólo está riquísismo).
Luego, sólo falta ir modelando la fondant a nuestro gusto, he preparado una buena legión de dulces ratoncillos (los ojitos y bigotes, los pinté con sirope de chocolate).
Una vez tenemos el bizcocho mojado en almíbar y relleno de crema, ponemos sobre una plancha y recortamos.
Envolvemos la parte superior, y recortamos.
Hacemos lo mismo con el interior del queso, agujereándolo para que parezca más real.
Ya está todo listo, sólo falta montar a vuestro antojo.
Una sencilla tarta aunque trabajada, eso sí, que hará brillar los ojitos de más de uno.
Nota: Ambas tartas son inspiradas por otras similares vistas en la red.